lunes, 19 de enero de 2009

La Política trata del Gobierno

El siguiente es un resumen de la aportación de Greame C. Moodie a la compilación hecha por Adrian Leftwich, titulada: ¿Qué es la política?. La Actividad y su estudio, editada por el Fondo de Cultura Económica de México y traducida por Evangelina Niño de la Selva.

EL autor hace un repaso del trato que se le ha dado a la política tanto en su actividad como en sus estudio, y introduce lo que al le parece que es la política. Distingue dos ámbitos:

A) Normativo: en que se define la naturaleza de la sociedad política y la relación entre gobernantes y gobernados.

B) Empírico: en que se define la parte visible de la política. Es decir, instituciones, gobiernos, sistemas políticos.

No cree que la Política deba centrar su estudio en el Estado, el comportamiento político (en tanto que tienen relación con el poder, el gobierno y la autoridad) de los agentes sociales o la asignación autoritaria de valores y recursos, y sí en el estudio del gobierno y el conflicto.

La acción de gobernar es una característica ineludible de cualquier grupo social. Gobernar significa regular o controlar el comportamiento, ya que este permite la comunicación, el ajuste mutuo y la cooperación, todos ellos elementos claves para mantener el grupo social como una unidad coherente. El comportamiento lo regulan patrones que se expresan como reglas, las cuales tienen un claro fin instructivo. Éstas tienen un doble origen. Por un lado, uno desconocido tal como la costumbre, y por el otro uno conocido, las instituciones identificables. La función de gobernar consiste entonces en aplicar instituir, aplicar y supervisar reglas. Estas van con sanciones adjuntas, es decir que la inobservancia de las reglas conlleva un coste o multa. Las reglas son imprescindibles para la supervivencia de cualquier grupo, así que ningún miembro de un grupo social puede diferir siempre de las reglas, y seguir dentro de él. Este hecho lleva a muchos a pensar que la acción de gobernar se reduce al ejercicio del poder, el mando y el control. Para dejar atrás el papel esencial de fuerza coercitiva, los gobiernos deberían pues, poder asegurar la cooperación y el consentimiento de los grupos reticentes.

La segunda característica de la acción de gobernar, es la aplicación de un programa de acción (o inacción) con el propósito de favorecer a un grupo determinado en el manejo de un problema particular. La democracia de un grupo social depende pues de cuántas partes tienen o dejan de tener su papel en la formulación de estos programas.

En términos concretos el gobierno tiene las siguientes funciones: dirigir y movilizar los recursos de la comunidad cuando a esta se le exige algo importante o es amenazada; representar y dirigir el poder público; reglamentar de manera exclusiva y aplicar de manera legítima la violencia física dentro de su territorio; gestionar el desacuerdo y el conflicto, que son de esperarse en cualquier sociedad. El desacuerdo y el conflicto tienen sus orígenes en dos características indelebles de la vida humana, que hay que entender en un marco de escasez material inherente a la existencia, que está limitada en espacio y tiempo. Éstas son: la coincidencia en los deseos, la discrepancia en los deseos. Estas características generan a menudo incompatibilidades y a su vez conflicto.

La importancia de la condición política en la gestión de estos problemas la entendemos a partir de tres elementos: la necesidad de una decisión acerca de la acción común, la existencia de un desacuerdo en cuanto a lo que debe ser esa política o elección y la necesidad que la elección entre una diversidad de posibilidades permita que el grupo social sobreviva como unidad. Esto último significa que dividir el grupo según las partes en desacuerdo no es satisfactorio. De aquí que aparezcan argumentos como el nacionalista, que dan un alto valor a la cohesión.

Gream Moodie da la siguiente definición de política: conjunto de actividades necesarias para manejar la condición política, la mezcla de presiones y otros medios de persuasión requerids para asegurar un acuerdo suficiente para implantar una política de la mano de un dirigente.
El éxito de éste depende de la conciliación de personas e intereses antagónicos, la reputación o el hecho de ser o no evasivo.

Sin embargo puede ser que una dispute no necesite de mediación política. Sería el caso de disputas triviales, privadas o solubles por medio de procedimientos acordados y no contenciosos.
Siguiendo la anterior definición de política, puede darse el caso de un desacuerdo sobre la política a aplicar o el dirigente que debe implantarla. Dada esta insuficiencia es necesario el juicio, en este caso la combinación de pacto y concesión en que deben existir compromisos irresolutos y conflictivos.

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