Tiene los ojos redondos y grandes,
la frente despejada, lisa, llana.
La nariz se curva como la melena
ingenua de una adolescente.
La boca es bella: sonrisa inmensa.
Dientes alineados, trocitos de luna.
De labios pequeños, pero carnosos:
atractiva gominola.
La barbilla es como una gran miga
de pan abudantemente redondeada.
La mejilla, casi siempre enrojecida,
le da forma a la cara y, desde unas
cejas perfectamente perfiladas,
hasta las dulces comisuras,
se desploman firmes pero
espesas, espesas como la miel.
Presidiéndola, majestuosa,
naufragando en la piel: un lunar.
La voz es tan dulce como su cuello,
Hecha de horchata, derrama las letras,
mientras baila su rostro al compás.
De sus orejas, pequeñas,
se cuelgan siempren mágicos objetos.
La elegancia y la belleza, como hiedra,
devoran su cuerpo.
Es una chica humilde, sencilla y tiene
un sueño más grande que ella: ser feliz.