miércoles, 12 de agosto de 2009
Necesito la miel de tu cuerpo corriendo sobre mis manos. Necesito tu tacto. Tu no el mío. No te gusta que te toque, no te gusta tocarme. Al fin y al cabo, se que no es el problema más importante, pero siento que sin este factor, tan simple, no estoy completo. Mi piel es un cielo nublado si tu no estás en ella. Te enfadas porque me entristezco si echo de menos tu tacto. Puedo entenderte. Tu no me puedes entender. Éste es el problema más importante.
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