Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.
¡El olmo centenario en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.
Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas en alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
Antonio Machado
domingo, 15 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Manu, soy Ana. Bueno realmente no importa quién sea o no, supongo que si ves mi perfil lo mismo te sueno...o no. Era para que situaras como te encontré, más que nada.
Lo que realmente quería decirte es que me encanta la parte de poética de tu blog, bueno las demás también, pero aún no he tenido tiempo de leerme todo. A mi también me gusta escribir poesía, por lo que admiro tu estilo,me gusta mucho tu manera de expresarte. Lo dicho, espero seguir leyendo más poesía de propia cosecha por aquí.
Me he puesto de seguidora, espero que no te importe, Un abrazo :)
Publicar un comentario