A las 18h se había convocado una manifestación en solidaridad con el compañero antisistema asesinado por un militar profesional neonazi en Madrid, y contra el fascismo. El lema era: El fascismo avanza sino se combate. Carlos ni olvido ni perdón.
A continuación intentaré explicar un poco lo que
fue la manifestación, desde mi experiencia en ella.
Así empezó la manifestación que pretendía avanzar por Ronda Sant Antoni. Al llegar a la confluencia con la calle un gran número de efectivos se cruzaron en nuestro camino transversalmente desenfundado las porras y agrediendo a todo aquel que se acercaba. Los manifestantes que intentaron avanzar, reclamando su derecho a manifestarse, fueron duramente reprimidos. La pancarta fue totalmente destrozada y los que la sostenían duramente golpeados. Yo, me acerqué a preguntarle a uno de los antidisturbios con las manos levantadas, que porqué no se nos dejaba pasar, y manifestarnos contra el fascismo. La respuesta que recibí fue la siguiente: Si das un paso más te reviento la cabeza inadaptado de mierda. Volví a efectuarle la pregunta y el mosso levantó la porra haciendo amago de agredirme, aunque supe esquivar el golpe y retroceder. Después del primer encontronazo con las fuerzas represivas, la manifestación dio media vuelta, y se dirigió hacía las Ramblas, avanzando por la Calle Pelayo. En este tramo vivieron los momentos más contundentes a favor del asesinado y en contra del fascismo y el nazismo. A gritos de: ¡Carlos, hermano, nosotros no olvidamos!; Oh no, nazis no, nazis no, nazis, no.; Contra el feixisme ni un pas enrera, Contra el feixisme acció directa, y muchos otros, se llegó a las Ramblas dónde un amplio dispositivo de mossos d’esquadra nos esperaba con las porras desenfundadas, transversalmente cruzados, para impedir una vez más, la libre manifestación de los asistentes a la protesta. Tras varios momentos de tensión y nuevas cargas por parte de los mossos d’esquadra, la manifestación emprendió camino hacia la Vía Layetana, donde los manifestantes esperábamos al fin poder protestar sin que se nos barrara el paso a cada momento. Fue a la altura de Plaza Cataluña con el Portal del Ángel, cuando un grupo muy reducido de manifestantes empezó a coger, mejor dicho a robar, maderas y vallas de una obra. Entonces, un grupo de manifestantes empezamos a gritar en contra de dirigirnos a la Vía Layetana, viendo claramente la intención de algunos de provocar enfrentamientos violentos, y proponiendo subir por el Paseo de Gracia, de manera que evitábamos el enfrentamiento que algunos pretendían provocar, y por otro lado sorprender a la policía, que ya estaba acorralando todo la Vía Layetana. No fue así, y a medida que se avanzaba, los gritos se dirigían más contra los antidisturbios, que eran tildados de terroristas, asesinos y torturadores, que a favor del compañero Carlos. Al girar la esquina de Plaza Urquiaona con Vía Layetana, los manifestantes siguieron el descenso por esta calle, pero un grupo de violentos, aproximadamente una veintena, lanzaron todo tipo de objetos, incluso las vayas que antes habían robado, contra una docena de efectivos que se situaban a la puerta de la Consejería de Interior. La manifestación estaba entonces en esos momentos encabezada, como he dicho antes, por un grupo de veinte personas, entre más de mil asistentes. Entonces se empezaron a oír estruendosas sirenas, de los furgones antidisturbios, que disolvieron la unidad de la manifestación, quebrándola en grupos a los lados. Los alborotadores violentos pudieron escapar bajando hacía el metro de Urquinaona, mientras que de los furgones bajaban rabiosos los antidisturbios que sin piedad ni distinción cargaron a porrazo limpio, contra un grupo que quedó acorralado en la parte derecha. Esta carga provocó apretones inhumanos a los que estábamos en el grupo acorralado, y dejó inconscientes y gravemente heridos a los manifestantes que se situaban fuera del corro, que fueron apaleados sin distinción de sexo ni de edad, en la cabeza y en las piernas. Este grupo de aproximadamente 50 personas, fue empujado hacía abajo, sin que pudieran huir de las torturas y palizas ninguno de ellos, excepto yo que con ayuda mis apariencias, conseguí escapar de la violenta reacción, subiéndome a uno de los poyetes de la fachada, levantando las manos y alegando que no tenía nada que ver. Tenía lo mismo a ver que todos aquellos que estaban siendo injustamente castigados, pero al no ir semi-rapado, o llevar una ropa que me libraba de sospecha de pertenencia al movimiento antisistema (las apariencias engañan señores policías), pude escapar. Al subir la Vía Layetana, vi como algunos de los manifestantes travesaban contenedores en la Ronda Sant Pere, así como en la calle Pau Clarís, creando barricadas para protegerse de la desmesurada velocidad de los furgones, que avanzaban por las calles siguiendo a todo aquel que corría, hubiera hecho algo o no, por tal de pararlo y propinarle una paliza sin motivo alguno. Así la situación se prolongó durante dos horas, produciéndose registros en todo el centro, desde el Paseo Picaso, hasta el Raval, y desde Gracia hasta Paseo Colón, los furgones habían tomado las calles, buscando a cualquier sospechoso de haber participado en la pacífica manifestación, excepto en su final, basándose simple y únicamente en su apariencia. Los ciudadanos que observaban sorprendidos todo cuanto acontecía increparon a los cuerpos represivos, dirigidos por el Conseller d’Interior, del cual no pienso tardar un segundo más en pedir su dimisión inmediata. Varios grupos fueron registrados por todo el centro. Fue significativo, uno que se produjo en la parte superior del Corte Inglés, poniendo contra la pared de manera muy violenta a más de una decena de chavales, que seguramente no habían tenido nada que ver con los alborotos. Esta acción provocó el rechazo de muchos peatones que no dudaron en increpar a los agentes y cuestionar la implicación de los registrados en los hechos. Los mossos creyéndose impunes no dudaron en pedirnos la documentación a todos los que abrimos la boca, pero tras el abucheo de gran parte de los ciudadanos, que indignados observaban la dantesca situación, desistieron, viendo seriamente dañada su imagen pública. Cuando ya me disponía a abandonar el centro de Barcelona, para encaminarme hacía la Avenida Paralelo, un grupo de furgones pasaron por mi lado lentamente observando a toda la gente, a lo cual respondí con una silenciosa levantada de manos. El furgón se detuvo a mi lado, y el conductor abriendo la ventanilla, me dijo:
¿¡Tienes algún problema freaky de mierda!? , a lo cuál respondí: No puedo levantar las manos. El agente ordenó a los antidisturbios que abrieran la puerta trasera haciendo el amago de bajar. Al ver mi negativa a bajarlas, el sargento se bajó, me propinó un fuerte golpe en la cabeza, y me invitó a seguir la marcha, añadiendo un: Si tienes cojones las vuelves a subir cabrón.
El furgón siguió su marcha entre los abucheos e insultos de la gente, que observaron atónitos la conversación.
3 comentarios:
Em sembla molt fort això que expliques, però no més que altres ocasions que he viscut jo mateix. Sembla mentida. Psicòpates sonats, sedents de violència, alcohòlics en molts casos (i no ho dic per dir, ho dic per conèixer uns quants noms i cognoms), al càrrec de la seguretat pública del nostre país. Feixistes al càrrec d'antidisturbis i de "garantir la seguretat" dels antifeixistes. Perquè això és el que diuen. I quan ICV està al càrrec d'aquesta conselleria, lluny de veure canvis en positiu, augmenta el nivell de feixisme i de descontrol. Evidentment, en Saura no pot pas semblar dèbil o tou davant de l'opinió pública que tots sabem que es decanta cap a "la mà dura contra la inseguretat" (vegi's cas Bush), i més quan s'apropen eleccions. Dimissió és poc, ICV en massa s'haurien de replantejar el sentit de la seva vida i la seva existència, fa massa temps que són un partit buit i sense cap mena d'ideologia...
Quina pena.
Em comprometo almenys a fer la màxima difusió de la teva experiència, gràcies per explicar-la (i per fer-ho tant bé).
Bernat.-
Impresionante que pase esto en un estado democrático y dónde la libertad de expresión tendría que ser un derecho indiscutible.
Triste la manipulación de los medios.
Triste que la conselleria d'interior, llena de hippies del mayo del 68, dejen que pasen cosas así.
Gracias Manu por contar una realidad tapada por todos los medios.
PaBLo
PRIMERO DE TODO Y ANTES DE COMENTAR HACERCA DE LO ESCRITO ME PRESENTARE.
ME LLAMO ANA Y SOY AMIGA DE EVA NUÑEZ,ES DECIR,LA CHICA CON QUIEN COMPARTE FOTOLOG.
ME E QUEDADO IMPRESIONADA HACERCA DE TU ESCRITO,QUE REFLEJA VERDADERAMENTE LO OCURRIDO Y NO PODIA ESTAR MEJOR ESCRITO Y EXPRESADO.
GRACIAS A TI PODEMOS DARNOS CUENTA DE COMO LOS MEDIOS PUEDEN TAPAR LA REALIDAD POR INTERESES DE UNOS CUANTOS, QUE SIMPLEMENTE QUIEREN QUEDAR BIEN Y ESCONDER SUS ERRORES.
LA ACTUACION DE LA POLICIA ,TENIENDO EN CUENTA TODO LO ANTERIORMENTE LEIDO, FUE PENOSA Y NO TENIAN NINGUNA RAZON A METER A PALOS A TODA PERSONA QUE SE ENCONTRABA EN LA CALLE.
APOYO TOTALMENTE ESTAS MANIFESTACIONES,SIEMPRE QUE SEAN PACIFICAS!Y DESDE AQUI TE DOY LAS GRACIAS POR HABER EXPLICADO TU TESTIMONIO,QUE ME A HECHO VERDADERAMENTE ABRIR LOS OJOS.
UN BESO!
AnNa
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