Una de esas canciones que escuchas en uno de esos días en los que no hay ganas de hacer nada, ni siquiera de pensar. Días que hacen que la vida no valga la pena, pues el tiempo se muere, y el parpadeo es cansado. Días que no sacan ningun provecho, simplemente el placer de convertir alguna conversa banal en tesoro y de convertir alguna canción preciosa en banal. Disfrutenla, porque vale la pena:
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