Hago surcos en el mar con mis lágrimas,
dejo a un lado y a otro agua salada,
recojo las olas con las palmas de la manos,
las poso en el deseo y las ato fuerte.
Delante siempre su rostro eterno,
dentro mío la guerra encarnizada,
siguiéndome firme el fracaso, el miedo,
la negación del horizonte.
Baño el pensamiento de sangre;
intranquilo, revuelvo consciencias pasadas,
desaboro los frutos y aliño desgracias,
y freno de nuevo el proyecto ambicioso.
Ojos de miel, dulce mejilla, boca de seda,
hecha utopía, sueño, ilusión,
puestos en la estrella más alta, y yo
puesto en el suelo, sin escalera.
Busco, y no me conformo con un planeta,
quiero universos, galaxias de amor.
Incluso sería capaz de renunciar a las olas
hechas por mi lagrimal, para llegar al todo,
dónde esperas inflexible tu.
domingo, 23 de noviembre de 2008
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1 comentario:
Es difícil conseguir lo que se quiere...
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